Historiadores como Ariès no se interesan por la evolución temporal de los acontecimientos. Para entender la historia proponen comprender a fondo la escena, desde sus pequeños detalles. Sobre todo y fundamentalmente, prestando atención a los silencios, esos secretos tan Ãntimos...
No hay nada más estructurante que los silencios.
¿Acaso no siguen una misma lÃnea aquello que es tabú en una sociedad, lo que está silenciado en la familia y lo reprimido en el inconciente?